Como todos los lunes aquí tenéis una nueva receta.
La escuché hace unos días cuando iba en el coche con mi marido. El cocinero o dueño de un bar muy conocido en Sevilla por sus innovadoras y exquisitas tapitas, dijo que estaba pegando muy fuerte en mi preciosa y querida ciudad. Me pareció tan curiosa que cuando llegué a mi casa decidí ponerme manos a la obra y compartirla con vosotros.
Ingredientes:
- Un Bote de medio kilo de aceitunas verdes sin hueso
- Una bolsa de zanahoria rallada
- Una cebolla fresca
- Pimiento molido
- Cúrcuma
- Harina
- Aceite
- Pan rallado
- Huevo
Preparación:
Sacamos las aceitunas del bote, las enjuagamos y las ponemos a escurrir. Reservamos el caldo.
En una sartén, sofreímos la cebolla y la zanahoria, que habremos picado previamente.
Cuando esté pochado, añadimos las aceitunas muy picaditas, el pimiento molido, una pizca de cúrcuma y la harina. Lo mezclamos todo bien, añadimos el caldo de las aceitunas, un poco de agua y movemos todo hasta conseguir una masa que se suelte de la sartén, como la bechamel.
Una vez que la tengamos, la pasamos a una bandeja y la dejamos enfriar. Cuanto más tiempo mejor.
Pasado un tiempo, vamos tomando porciones de la masa y le damos forma de croquetas o bolitas, como más os guste.
Las pasamos por el huevo batido, pan rallado y listo para freír.
¿Qué os parece la receta? ¿Verdad que son unas croquetas curiosas y fáciles? Son un aperitivo estupendo para sorprender a nuestros invitados. Si os han gustado, aquí os dejo otras croquetitas originales.
Espero que os gusten y las degustéis ;).
Un beso y hasta el próximo día.
Estoy enlazando esta receta a la fiesta de enlaces del blog Personalización de Blogs
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