¿Cómo estáis? Yo, como muchos de vosotros ya sabéis, ando de hospitales con mi padre. Parece que va mejorando, pero quería compartir con vosotros algo que nos ha estado ocurriendo.
Antes de entrar en tema, vayan por delante mis disculpas por si alguien se siente ofendido por el tema que quiero tratar, pero es que hay cosas que te hacen hervir la sangre.
En el último Viernes Dando la Nota, Isabel de Cosas de madre novata, hablaba de los problemas en la educación.
Todos tenemos un amigo o conocido que nos ha dicho que quería ser maestro y hemos pensado ‘A ti no te dejo yo a mis hijos ni loca por muy buen gente que seas’. Y es que hay profesiones en las que es necesario algo más que ser bueno en ello.
Uno puede ser un gran profesional y hacer su trabajo perfectamente pero no es necesario sentir un amor especial por los ladrillos o los números. Sin embargo, hay otras profesiones que no se pueden ejercer en condiciones sin esa vocación y ese amor. Principalmente me refiero a la sanidad o la educación.
Estos profesionales nos cuidan en nuestros momentos más vulnerables, cuando somos niños o cuando estamos enfermos. Yo entiendo, de verdad que sí, que son profesiones muy duras en las que se ven en circunstancias en las que ninguno de nosotros nos gustaría estar, pero ese es el motivo del que sea necesaria esa vocación. Para ser un buen profesional en estos campos, hay que sentirlo y tener vocación. Si no tienes estos dos valores, como se suele decir, apaga y vámonos.
Pues en estos días de hospital me he dado cuenta, más de lo que ya sabía, de que esto no es así. Y no voy en contra del colectivo al completo, ni mucho menos. En mi familia, sin ir más lejos, hay muchos y como en toda familia unos mejores y otros regulares. Ni tampoco voy en contra del centro en el que estamos. En el mismo centro hay trabajadores encantadores en los que en su turno a ningún enfermo le falta nada y que tratan maravillosamente. Pero otros…
Yo puedo entender muchas cosas. Recortes, exceso de pacientes, presiones… La sanidad pública, todos sabemos que anda regular y nos tenemos que tragar muchas cosas. Pero lo que más me saca de mis casillas es cuando estos personajillos trabajan en la salud privada donde tú te gastas un pastón todos los meses y se supone que suuuupeeeerrrrr bien atendido, y te tratan peor que en la salud pública.
Tal vez estés en una habitación solo, pero si te toca un la profesional, al final acaba siendo lo mismo o peor. En la pública pueden escudarse en los recortes que por desgracia estamos sufriendo, pero ¿qué pasa? ¿En la privada también hay recortes? ¿Y dónde va a parar el dinero de esos recortes? Si se supone que dichas compañías se mantienen por los asegurados en ella, tal vez, esté yo equivocada, no sé.
Tanta, tantísima publicidad, diciéndonos que nos van a cuidar como nadie y todo eso y al final, te tratan así. Esperas innecesarias, malos modos, diagnostico contradictorios… en fin todo lo que nos dicen que padeceremos si nos quedamos con la sanidad pública. Por lo que uno saca como conclusión una cosa. El que es profesional es profesional trabaje donde trabaje y el que no lo es, no lo es por mucho que se escude detrás de una campaña de marketing.
Bueno de nuevo pido perdón por si alguien se siente ofendido, pero es que necesitaba desahogarme aunque sea con vosotros.
Espero vuestros comentarios como siempre. ¿Cuál es vuestra experiencia en estso temas de salud? ¿Notáis (aparte de en la cuenta corriente) la diferencia entre sanidad pública y privada?
Muchos besitos y, como me gusta deciros, a disfrutar de lo que la vida nos ofrece.
Es bastante triste lo que pasa hoy en dia en los hopitales privados y centros de salud publicos, estoy de acuerdo con tu opinion, muy buen post, bastante sincero.
ResponderEliminarUn beso guapa! Cuando puedas pasa un rato por mi blog ;)
www.turevistabelleza.com
Muchísimas gracias!
EliminarAfortunadamente ya hemos salido del hospital pero aun nos quedan reclamaciones que gestionar. Además, estando allí, hemos conocido casos que ríete de lo que nos ha pasado a nosotros. Es que...
Pero en fin, hay que quedarse con la parte buena que es que él ya está bien.
Un beso
Estoy tan indignada!! Te mando mucha fuerza y animo, deseo que tu padre se mejore.
ResponderEliminarUn beso fuerte
Muchísimas gracias Teresa!
EliminarYa nos han dado el alta y está en casa por fin. No sabes lo que ha disfrutado durmiendo esta noche en su cama otra vez y dandose una ducha en su baño. Ahora esperar que se reponga del todo.
Un beso!