miércoles, 9 de julio de 2014

¡Tierra trágame!

¿Qué tal? ¿Cómo estáis llevando este veranillo loco?

Espero que bien. Yo aquí en casa, pero contenta y feliz disfrutando de mi familia y saboreando la tranquilidad de mis bañitos en la piscina de casa.

¿Habéis pensado alguna vez eso de tierra trágame? Me explico, ¿no os ha pasado que alguna vez habéis dicho algo a alguien y luego habéis pensado me tenía que haber quedado calladita que estoy más guapa?




Yo más de una y más de dos veces.


Sin ir más lejos, hace unos días me encontré a una conocida en el súper y sin pensármelo dos veces voy y le digo “¿Estás otra vez embarazada?”
Os prometo que lo dije con sin malicia ninguna. Pero la pobre me “Dice no, que va. Es que como llevo la compra en las manos, la postura hace que lo parezca”

¡Tierra trágame! No supe que contestar, me calle, me despedí educadamente y me volví riñéndome a mí misma. ¡Bocazas! Le acabas de decir que está gorda en toda su cara.
Pero no queda ahí la cosa, eso sería muy poca metedura de pata para mí. Cuando llegué a casa se lo comenté a mi hija y me dice: “Mamá, no me puedo creer que le hayas dicho eso”
Al principio me defendí, hija, eso le pasa a cualquiera tampoco es tan grave. Y ahora viene mi segunda metedura de pata con efeto retardado.
“Mamá se acaba de divorciar”



Creí morirme. Pensé “Anda que habrá dicho, esta mujer esta tonta, loca o es una chismosa que no sabía cómo sacarme información.”

Pues como esta es tan solo la última de una lista de meteduras de pata leyendarias, pero mi cuñada la mujer de mi hermano, tampoco se queda atrás. Más bien nos gana por goleada. Yo la he visto preguntarle a una señora por su marido y le han contestado “Gracias hija, pero se murió hace unos meses”.



Yo lo paso muy mal cuando me pasa a mí y no paro de pensar lo que pensará la otra persona, pero recuerdo una vez que yo estuve en el otro lado y la verdad es que me reí bastante. Os cuento.
Le hicieron una cena-homenaje a mi padre y en la mesa estábamos sentados algunos socios, unos amigos nuestros, una pareja de conocidos de la familia, mi hermano, mi marido y yo. Mi hija que tendría dos añitos andaba por allí correteando.

En un momento de la cena, me dice este conocido: “Es tuya la niña ¿verdad?”
Yo con orgullo de madre le contesté que sí, nos acabábamos de mudar después de vivir un par de años en Barcelona y estaba encantada de enseñar a mi niña a todo el mundo.

Entonces este señor me dice: “Lo he sabido, no es porque se parezca a ti, es porque es clavadita a su padre. No puedes negar que es tuya ¿eh?”

“Gracias, la niña es muy mona, pero su padre es el señor que está sentado al otro lado. Yo solo soy un amigo”



Todos estallamos en risas. El hombre se quedó súper serio y se llevó el resto de la cena intentando disculparse.

Pobre hombre. Hubiese sido una conversación perfectamente normal, mi hija es clavada a su padre, pero claro, a su padre, no a mi amigo.

Y vosotros qué, ¿tenéis algunas meteduritas de pata? Seguro que algunas tendréis y seguro que muy divertidas. Viéndolas desde la distancia claro ;)

Un beso y a seguir disfrutando del verano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario