¡SORPRESAAA!

Hola amigos,

Hoy quiero contaros el fin de semana tan maravilloso que he pasado y lo feliz que he sido.

Sin salir de casa, a veces no hace falta desplazarte cientos de kilómetros, he pasado unos días inolvidables que no los cambiaría ni por las mejores vacaciones, al menos yo.

El viernes me llevé una de las sorpresas más grande de mi vida. Yo esperaba a mi hijo el sábado para pasar unos días de vacaciones, pero el viernes  a mediodía me escribe diciendo que igual no venía por unas historias suyas. Yo que sé que escusa me puso, pero yo me cabreé muchísimo. Llevaba 3 meses sin verlo y había organizado un montón de cosas. Hasta habíamos puesto la celebración del cumpleaños de su abuela en función a sus días de vacaciones.

Total, que ahí andaba yo cabreada, poniéndolo a parir con mi hija, cuando llaman a la puerta de casa.

‘¿Quién es?’ Solté por el telefonillo como si el que llamaba tuviese la culpa de mi cabreo.
‘Un paquete’
‘¿Un paquete para quién?’
‘Para usted’
‘Como que para mí, pero que…’

El ‘mensajero’ se echó a reír y yo creí que me iba a dar algo.

¡Era mi hijo!

Casi me desmayo de la emoción. Bajé corriendo, pequé un salto y me enganché a su cuello, como un mono. He de confesar que lloré de emocionada que estaba.

Había bajado con una camisola de andar por casa (el loquerillo, como yo lo llamo). Cuando bajé caí en la cuenta de que no sabía si venía solo o con alguien y yo allí con aquellas pintas, ¡pero qué más daba!

Pero aquí no termina todo.

Para culminar el fin de semana el sábado por la noche nos reunimos todos a cenar en casa para celebrar el cumpleaños los 80 añitos de mi suegra, casi nada.

Con lo malita que ha estado hace dos meses, que ella pensaba que no los cumpliría y mira si los ha cumplido.
Y como somos tan exagerados preparando eventos, preparamos tanta comida que nos volvimos a reunir el domingo a terminar las sobras y darnos un bañito en la piscina. Y eso que nada más con los base, como los llama mi marido, somos casi más de 15 personas.

Acabamos todos, menos los abuelos (mi suegro, que es el mayor, creo que no se bañó por no dejar solos a los otros dos, que cuerda tienen él para rato) y algún rezagadillo más, dándonos un divertidísimo chapuzón.

Pues ya veis un fin de semana muy intenso y feliz con la familia que no lo cambio por nada.

¿Vuestro fin de semana como os ido? Espero que muy bien, si os apetece podéis dejar un comentario contándonos que es lo que os ha hecho feliz este fin de semana.

Un beso y por favor, hacedme caso, a ser felices y disfrutar de los momentos maravillosos que nos da la vida.